sábado, 22 de enero de 2011

Cayendo lentamente, agonizar

Ya me ha pasado, se terminó el año y yo sin agenda. Es cuando la última página de la agenda vieja recibe en un caos imposible de leer todos los horarios de un enero huérfano de calendario –por eso antes me iba de vacaciones y así no debía a ...notar–. Pronto estaré escribiendo en una nueva, sabido es que lo que no anoto posiblemente lo olvide, esto es casi un axioma; otro axioma es que lo que no aprovechas a decir, cunado la distancia se impone y el extrañar propone, puede disolver la capa de ternura que sostiene el mundo, aunque sea el nuestro, no el único planeta, y esa capa nos cuida más que la de ozono; así que aquí va mi aporte ecológico afectivo: hace un tiempo, no se cuanto, escucharte y verte cada día me asombra; no es importante que me agrade lo que oigo o veo(eso dejaselo a tus enamorados, yo voy de padre), tus gestos y palabras me encuentran pensando "mirá vos la piba…" no con el orgullo bobo de tus primero pasos, es que en esta parte de la historia ya no te amo solo por existir y ser mi sangre, esto es algo cultivado, de buena cepa, trabajado con acuerdos y desacuerdos, abrazos, discusiones, silencios tranquilos o tumultuosos, mucha atención, humores peores y mejores, una admiración que intento refrenar porque sé que la hechura de tu hermosura no me pertenece, soy un testigo preferencial, un acompañante, alguien que esta en tu equipo aunque sea de aguatero, soy el que quiere decirte que desde que estas por mi vida ya no hay excusas para que cada tanto me atraviese una meditada alegría.
Daniel Sans.1/01/2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario